lunes, 10 de abril de 2017

Reconceptualizacion del PATRIMONIO CULTURAL





·         Guatemala - El Movimiento Nacional de Tejedoras Mayas ha presentado al Congreso un proyecto de ley que busca reconocer la propiedad intelectual colectiva de los pueblos indígenas.
Las Tejedoras quieren normas que protejan sus creaciones textiles, fruto de su labor y de siglos de filosofía maya.
Más allá de las reformas jurídicas, el concepto de propiedad intelectual colectiva defiende la autonomía indígena. Las Tejedoras denuncian el robo del arte textil Maya como una forma más de despojo. Y consideran que deben proteger sus saberes textiles al igual que sus territorios.
Sandra Xinico, tejedora de Patzún, Chimaltenango, explicó a 
Prensa Libre que “no se trata únicamente de un pedazo de tela que se elabora a mano, porque nuestros tejidos se hacen con base en la cosmovisión, ideología e historia de los pueblos”.





·         Argentina - La justicia de la provincia de Córdoba emitió un falló histórico a favor de las comunidades indígenas que presentaron a principios de marzo un recurso de amparo para que se declare nulo el proyecto de Ley de Bosques que plantea el gobierno de Juan Schiaretti, por considerar que incumple con el convenio 169 de la O.I.T. (Organización Internacional del Trabajo) que les reconoce a los pueblos originarios el derecho de tener un “consentimiento previo, libre e informado” de cualquier ley o regulación que modifique su estilo de vida.
Con este fallo el proyecto que el gobierno cordobés pretendía modificar la Ley de Bosques debería quedar nulo y se debería llamar a una nueva convocatoria para su debate, y que en este estén notificados e incluidos los pueblos originarios que viven en la provincia. El fallo aún va por más ya que ordena al gobierno cordobés a que cumpla con la Ley Nacional N° 26.331 de Protección Ambiental de los Bosques Nativos.


·         México -  van a celebrar el Primer Torneo Internacional de Juego de Pelota Mesoamericano, deporte que viene de una costumbre ritual de más de 3 mil años.
Las grandes civilizaciones mesomaericanas  tenían en común el mítico Juego de la Pelota:  en maya Pok Ta Pok.
Se cree que las figuras  recreadas en el juego forman un quincunce (nahui ollin, para los mexicas),  símbolo que prevaleció por milenios en mesoamérica y que hace alusión a los 4 rumbos del universo. Al centro se representa el sol, y se cree que el juego es una especie de ritual para hacer que el sol renazca, cada día, para la supervivencia de los hombres (también está ligado al Quinto Sol, la era que ahora vivimos para los mexicas).
Hasta hoy, en todo el territorio mexicano se han hallado hasta 1,500 canchas.
Luego de más de 3000 años de su nacimiento (su creación  se ubica al rededor del 1 400 A.C), este 14 y 15 de abril se celebrará no solo la recreación de este mítico juego, también un torneo internacional, primero en su tipo, en el que participarán 20 guerreros de distintos estados

También en México hace unos meses fue entregado el “Documento orientador hacia una Ley General de Derechos Culturales de México”
En sus elementos para una exposición de motivos, se señala la diversidad cultural y lingüística de nuestro país, su biodiversidad y la obra de sus artistas; además de saberes, tradiciones y conocimiento indígenas, la riqueza de su patrimonio cultural y la infraestructura cultural con que cuenta México.
            Ello sirve como base para plantear que el reconocimiento de la diversidad cultural requiere de “políticas de protección, promoción y sostenimiento como condición para la convivencia, el combate a la pobreza, la seguridad ciudadana, la paz y el diálogo intercultural local, nacional, regional e internacional, con pleno respeto de los derechos humanos”.

Este compilado de noticias nos dan el parámetro de lo que puede ser un incipiente cambio en la concepción del patrimonio cultural. En todos los casos las comunidades se afianzan en sus raíces, mantienen vivas sus tradiciones, sus valores, usos y costumbres, y proponen desde allí nuevas estrategias para mantener con vida su cultura.
En ejemplo de gestión cultural “desde abajo hacia arriba”, desde el pueblo hacia el pueblo y sus gobernantes. Porque siempre a la cultura la hace el pueblo y el Estado debe aportar la estructura siendo garante de darle un marco legal, de promocionarla y comunicarla.
El patrimonio entonces comienza a ser concebido más allá de la concepción de legado arqueológico, sino que es referente de una cultura viva. Se establece así un vínculo permanente, en constante diálogo con las generaciones, con ampliación conceptual devenida en el tiempo. Una relación real entre el pasado y el presente, contemplando el porvenir.
El patrimonio que va desde los tejidos, los juegos, las tradiciones, los mitos y costumbres hasta el territorio que habitamos, no forma parte ya de lo que debemos conservar como un museo, en una vitrina, una ruina o un relato, sino que se defiende en lo cotidiano, manifestandose en diferentes formas la legitimidad de la historia, siendo fieles a nuestras identidades. Se protege, si, de la hibridación, del capitalismo (mercantilista, avasallador, destructor de lo natural), para que la historia siga vigente, contándose por ella misma, en el relato permanente, ininterrumpido, de la cultura de los pueblos.

Estos avances en la concepción del patrimonio nos obligan a trabajar sobre la vida en lo cotidiano, sin esperar a que la cultura muera para escribirla en un libro heroico, admirarla en una pieza artesanal ancestral intocable. Es un guiño a la reactivación, a la revitalización de las culturas fundacionales de toda la región Latinoamericana. Desprendiéndonos del eurocentrismo que tanto nos ha signado.

Replantear también el reconocimiento de la diversidad cultural, que requiere de políticas de protección, de promoción y de sostenimiento como condición para la convivencia y sobretodo el diálogo intercultural local, nacional, regional e internacional, con pleno respeto de los derechos humanos.

Pareciera que es tiempo de refundar conceptos y de revivir las culturas nativas, la sabiduría y las cosmovisiones de nuestra tierra merecen el respeto que por tanto tiempo se les negó. La democratización del saber, el derecho a la identidad y el respeto por la diversidad son la verdadera conquista. En México ya se habla de
“un modelo de política cultural para el siglo XXI” como llave para el desarrollo sostenible integral de las comunidades, en relación con la biodiversidad y la cohesión social fomentando la creatividad y la libertad cultural. Entendiendo la transversalidad de la cultura, implicando el desarrollo económico, tecnológico, social, educativo, científico y medioambiental.

Todas estas noticias,  nos dan la certeza de que los pueblos reconocen a sus antepasados culturales, los respetan y todavía los quieren mantener vigentes, vivos en su cotidianeidad.

lunes, 16 de enero de 2017

Símbolos y Borges


Ensayo sobre los símbolos utilizando como disparador textos de Jorge Luis Borges.





Una de las grandes virtudes de este autor fuè habernos dejado historias llenas de frases punzantes, que siguiendo sus líneas o sacadas de contexto, tienen la facilidad de convertirse en una ventana hacia donde imaginemos, un camino de ida al infinito análisis de las cosas.
Los textos de Borges siempre merodean temas del tiempo, laberintos, otros, dobles, muertes, sueños, realidad o irrealidad, siempre abordados desde lo simbólico, que más allá de ser la palabra, la prosa y el libro, es el símbolo de cada concepto, el reflejo de una proyección o la metáfora, la literatura como medio para expresar un cosmos de pensamiento.


Verzi, sabiendo estas cualidades, en sus estudios le adjudica a Borges la categoría de clásico, siendo que nunca se agota, que en él siempre hay territorio para pensar y repensar.


“Los actos son nuestro símbolo” escribió Jorge Luis Borges en el cuento “Biografía de Tadeo Isidoro Cruz” (1949), mientras relataba la vida de este personaje. Y esta es una de esas frases punzantes, lo que sería para Barthes el “Punctum” pero no en una imagen, sino latente esta vez en estas palabras que aplican a todas las vidas, dentro y fuera de la literatura.


Si bien las acciones en los textos de Borges tienen una carga simbólica por ser ficción, en la vida real también cada acto es un símbolo. De ahí deviene el estudio del ceremonial, el protocolo, la sociología, la antropología, la psicología, el análisis del hombre. El hombre es un ser simbólico. El simbolismo nos rige desde siempre, porque el hecho de vivir en comunidad institucionaliza acuerdos conceptuales desde y por lo simbólico. Entendiendo por símbolo todo aquello que establece una relación de identidad con una realidad a la que representa o evoca. Es decir, establece la retórica entre el pensamiento y lo que se émula, que se corresponde mediante un nuevo concepto simbólico, y al nombrarse sugiere lo real. Y todo este proceso es natural, relativo y trascendental en la vida del hombre. Por lo que, el símbolo es más que una convención para expresar la realidad, ya que es mediante los símbolos la única manera de aprehender la realidad, siendo imprescindibles y constituyendo sus propias categorías del pensamiento.


Todas las representaciones y manifestaciones del hombre se plasman en símbolos, y parecieran ser objetos, sustantivos, resultados de… materia o convenciones. Pero todo lo que hace el hombre es simbólico, incluyendo lo material y lo inmaterial. Además de todo lo estético, artístico, culinario, señalético, decorativo, tangible, los símbolos son acciones, son actitudes, gestos, intangibles, abstracciones.
La cultura es acción, es ser y hacer. Es verbo.


Todos los símbolos parecieran sustantivos y el hombre/mujer sería la herramienta para que (en) la cultura nazca, viva, se transforme y muera; y a la vez cada símbolo es el que hace que el hombre/mujer nazca, viva, se transforme y muera.
Como si intentaramos dilucidar qué estuvo primero, si el huevo o la gallina. Como si en realidad pudiésemos separar lo simbólico de la cultura, siendo retroalimentados y definidos uno en el otro, aceptando que cada símbolo nos hace a la vez que re.hacemos cada símbolo, y aplica a lo colectivo como también cobra un valor agregado desde lo personal, y es donde cada individuo en su posibilidad/capacidad de hacer podrá (re)definirse en cada decisión. Como si se tratara de “hacer para cambiar lo que nos hicieron ser/hacer” signados por un contexto cultural inmediato y/o globalizado, y en ello valdrán las subjetividades, en la manera en que se refleja la interpretación de lo simbólico (como el conjunto de todo y cada uno de los símbolos que recibe un individuo) en la reproducción y/o producción de nuevas convenciones.


Todo lenguaje es un alfabeto de símbolos cuyo ejercicio presupone un pasado que los interlocutores comparten; ¿cómo transmitir a los otros el infinito Aleph, que mi temerosa memoria apenas abarca? Los místicos, en análogo trance prodigan los emblemas: para significar la divinidad, un persa habla de un pájaro que de algún modo es todos los pájaros; Alanus de Insulis, de una esfera cuyo centro está en todas partes y las circunferencia en ninguna; Ezequiel, de un ángel de cuatro caras que a un tiempo se dirige al Oriente y al Occidente, al Norte y al Sur. (No en vano rememoro esas inconcebibles analogías; alguna relación tienen con el Aleph.) “.

Cuando Borges escribe que el ejercicio de los símbolos presupone un pasado compartido, carga del sentido histórico y social a la cuestión, y es en estas vías su modo de transmisión. Con los diferentes puntos de vista que describe en el Aleph incita a pensar en que todo aquello, incluso los símbolos, que se nos presenta en todas sus dimensiones no es posible de describir de manera unívoca.


La simbología se hereda y se aprende. La memoria colectiva cultural implica en sí misma un símbolo social de preservación y transmisión identitaria. En la memoria de los pueblos caben las fiestas, ceremonias, ritos, interacciones sociales, costumbres, hábitos, tradiciones, valores, convicciones, normas, leyes, creencias, y todo aquello que se asocia a la representación colectiva que perdura en el tiempo. Esta memoria colectiva que por más que sea durable está en constante conformación es una construcción a la vez que una afirmación de la identidad. Por lo que implica la asimilación de lo propio a la vez del reconocimiento de la distinción particular.
El proceso de la memoria colectiva es propio del hombre, constituye su esencia de ser social, y es aquello que permite que se preserve el patrimonio material e inmaterial como legado a las generaciones venideras.
Es decir, que la creación e interpretación de los símbolos se da en el marco de la representación social que se transmite de forma axiológica, articulando significaciones y las influencias en lo trascendental, en los valores y conocimientos que se compartan en lo particular de cada comunidad. Esto recae en la vida de la comunidad, en sus estructuras sociales, en sus recursos, su medio, y su producción,  y a fin de cuentas en sus actos que son también sus propios símbolos.


Los experimentos individuales son, de hecho, mínimos, salvo cuando el innovador se resigna a labrar un espécimen de museo, un juego destinado a la discusión de los historiadores “ (El otro, el mismo. 1964. Borges)


Renovar los símbolos es propio de cada cultura viva, mantenerlos es solo de aquellas que logran perpetuar una identidad colectiva, apoyadas en mitos, ceremonias, protocolos y tradiciones que sólo en función de aportes concretos, reales y necesarios se mantienen de generación en generación. Y en ello se resalta la cualidad colectiva. De ahí que como dice Borges lo individual acaba en el museo, como única manera de perpetuarse.
¿Cuantas obras que vemos en los museos de arte realmente entendemos tal cual lo plantea el artista? ¿Cuantas interpretaciones caben en una obra de arte abstracta (símbolo/simbólica)? ¿Cuantos son, en una sociedad tipo, los que frecuentan con verdadero goce un museo de arte?
Podemos entonces plantear “nichos ecológicos”? y en alusión a términos biologicistas,¿ sobreviven solo los símbolos más aptos ? ¿Mueren los símbolos con las culturas? Y como muerte a estos términos me refiero la mera reducción de ellos a la permanencia perpetua en una vitrina de museo.

Será entonces lo que la sociedad pueda (re)interpretar y (re)vivir del universo simbólico en el que nace lo que permanecerá y dará forma a la cultura actual,definida en su “hacer” más que en su historia aunque todo su hacer esté signado por su pasado (legado). Cíclico.




_* referencias bibliográficas:
El Aleph (1949); El otro El mismo (1964);  Biografía de Tadeo Isidoro Cruz.(1949). J.L. Borges
- El simbolismo precolombino, Federico Gonzalez.
- Entre la expectación y el desencanto. Horacio Verzi (desde el blog http://alpialdelapalabra.blogspot.com.ar/)

viernes, 9 de septiembre de 2016

Conservación y Revitalización de Patrimonios Urbanos

El presente trabajo de investigación tiene como objetivo la lectura, interpretación e investigación sobre la Carta Internacional para la conservación de ciudades históricas y áreas urbanas históricas, (WASHINGTON 1987)



La carta de Washington refiere a los núcleos urbanos de carácter histórico, grandes o pequeños, comprende todo tipo de poblaciones (ciudades, villas, pueblos, etc.) y, más concretamente, los cascos, centros, barrios, barriadas, arrabales, u otras zonas que posean dicho carácter, con su entorno natural o hecho por el hombre.
 Más allá de su utilidad como documentos históricos, los referidos núcleos son expresión de los valores de las civilizaciones urbanas tradicionales. Actualmente se hallan amenazados por la degradación, el deterioro y, a veces, por la destrucción provocada por una forma de desarrollo urbano surgida de la era industrial que afecta a todas las sociedades.

El objetivo del documento  es definir los principios, objetivos, métodos e instrumentos de actuación apropiados para conservar la calidad de las poblaciones y áreas urbanas históricas y favorecer la armonía entre la vida individual y colectiva en las mismas, perpetuando el conjunto de los bienes que, por modestos que sean, constituyen la memoria de la humanidad.

Sus objetivos se basan en la conservación de los espacios urbanos históricos en relación a una eficacia dada por la integración coherente al desarrollo socio-económico actual del contexto, y también al planeamiento territorial y urbanístico.
Lo que se intenta conservar está ligado a los valores de carácter histórico de la población o del área urbana incluyendo elementos materiales y espirituales que determinan su imagen.
Para lograr el objetivo se propone la participación y el compromiso de los habitantes como factor determinante, ya que a ellos concierne la conservación. Las intervenciones en las poblaciones y áreas urbanas históricas deben realizarse con prudencia, método y rigor, evitando dogmatismos y atendiendo a la particularidad de cada caso.
El plan de conservación debe comprender un análisis de datos, particularmente arqueológicos, históricos, arquitectónicos, técnicos, sociológicos y económicos, realizados por estudios multidisciplinares, para poder definir la principal orientación y modalidad de las acciones que han de llevarse a cabo en el plano jurídico, administrativo y financiero. Su intención final es lograr una relación armónica entre el área urbana histórica y el conjunto de la población.
Y como ya se dijo que la población es un factor determinante, el plan para ser aplicado debe contar con la adhesión de los habitantes.
Esta carta tiene como antecedentes y complementos, la carta de Venecia de 1964 y la de Nairobi en 1976.
La primera es la Carta Internacional sobre la
Conservación y la Restauración de Monumentos y de Conjuntos Histórico-Artísticos, que tiene como fin conservar y revelar los valores estéticos e históricos del monumento y se fundamenta en el respeto a la esencia antigua y a los documentos auténticos.
Mientras que la segunda es la
Recomendación relativa a la Salvaguardia de los Conjuntos Históricos o Tradicionales y su Función en la Vida Contemporánea, que considera que los conjuntos históricos forman parte del medio cotidiano de los seres humanos en todos los países, que constituyen la presencia viva del pasado que los ha plasmado y que garantizan al marco de vida la variedad necesaria para responder a la diversidad de la sociedad y que, por ello mismo, adquieren una dimensión y un valor humano suplementarios, y por ende propone la activa de protección y reanimación de los conjuntos históricos y de su medio, en el marco de la planificación nacional, regional o local.
A partir de la bibliografía consultada y de la asistencia a las VII Jornadas Internacionales de Experiencias de Revitalización de Cascos Históricos (septiembre de 2015) y las III Jornadas Latinoamericanas de Patrimonio y Desarrollo (abril 2016) planteo la siguiente reflexión acerca de la importancia de la revitalización de los espacios históricos que se ubican dentro de las urbanizaciones actuales.

Como principal disparador ante las temáticas de conservación y restauración de ciudades y áreas históricas, es a qué espacios podemos definir bajo estos conceptos, cual es el patrimonio que se debe conservar.
En primer instancia para ello hay que entender a la ciudad y a las construcciones urbanas como artefactos culturales construidos por las personas que la habitan. Son el escenario de la innovación en lo establecido. Son el espacio de vitalidad, de inversión social y económica. Y dentro de ellas, los Cascos Históricos conforman el área donde se condensa su memoria.
Las ciudades son dinámicas, a lo largo de la historia crecen y cambian su economía según el contexto y por ello cabe el análisis de la conservación de determinados usos, costumbres, edificios, monumentos, etc.

El espacio urbano es un proceso, evoluciona con acciones constructivas y destructivas, que generan valor físico (territorial) y valor socio-cultural, con sus propios significantes. Todo lo que sucede en un tiempo y un espacio determinado converge en este proceso.

Los espacios urbanos históricos son espacios con alto significado institucional, patrimonial, arquitectónico, social, arqueológico y claramente histórico. Constituyen una unidad cultural y urbanística que ante el desarrollo continuo permanecen con cierto carácter singular dentro de las ciudades.
Al estar inmersos en la vorágine diaria de las ciudades modernas el deterioro trasciende los factores habituales, excediendo la contaminación, flujo de peatones, abultada cantidad de tránsito vehicular, modificaciones edilicias cercanas, cambios climáticos, el impacto de las múltiples actividades que se desarrollan en su proximidad, por lo que se ve amenazada su sustentabilidad, debiendo depender de políticas y planes de Conservación y Revitalización.

Actualmente este patrimonio esta atacado por la multiculturalidad y la pluriculturalidad, entre nuevos valores entramados en un campo de poder, al punto que el valor puede ser discutible pero el significado no.
Al ser el patrimonio urbano el desarrollo propio de una comunidad, manifiesta una memoria colectiva, constituye una historia fundamental para proyectar las metas del futuro.

Resulta fundamental para abordar la cuestión la concepción de nuevos enfoques de gestión, de replantearse el patrimonio y establecer una relación dinámica y activa con la historia que nos rodea.
El Director General del Casco Histórico de Buenos Aires, invita a pensar el patrimonio como una anomalía del capitalismo, ya que es una pieza/Espacio que no se actualizó en relación a la modernidad, y su carácter principal debe radicar en saber qué y para qué está ese patrimonio ahí, sin dejar de tener en cuenta la ampliación de derechos ciudadanos y el mantenimiento de la historia, de la identidad de los pueblos.
Teniendo en cuenta que el patrimonio arquitectónico y monumental de los espacios urbanos está constantemente habitado y transitado, es necesario volver sobre el cuestionamiento de “qué y para qué”.
El entorno urbano es percibido y valorado por las personas que lo habitan y usan, tiene un valor morfológico, antropológico, cultural, territorial, que supera la mirada meramente arquitectónica. Es decir que debemos abarcar el tema de una manera compleja, interdisciplinaria, y sobre todo estratégica.
Como dice en sus objetivos metodológicos la Carta de Washington (y sus antecedentes) es fundamental el rol que toman los actores que intervienen en el contexto inmediato de las zonas a conservar. Es la comunidad actual la que debe interpelarse ante el patrimonio, pero claro, primeramente debe reconocerlo como tal.
Es necesario que se conserve la arquitectura pero más importante aún es que se conserve el valor simbólico que genera el sentido de pertenencia, la identificación y legitimación del patrimonio en cuestión, porque solo así podrá mantenerse, mediante el compromiso y el respeto ciudadano que encuentran en él un arquetipo de su propia historia.
Por lo que podemos deducir que la cuestión de la conservación está estrechamente ligada a la educación. Inculcar valores identitarios de reconocimiento ante determinados símbolos (Edificios, barrios, ciudades) es prácticamente un legado socio-cultural que debe trabajarse desde la propia comunidad.
Aprender la historia de nuestro espacio implica también vivirla, habitar esos espacios, reconceptualizarlos, vincularse con lo histórico implica desnaturalizarlo, conocerlo y así entonces poder conservarlo desde la conciencia del relato que trasciende y atraviesa la vida de cada comunidad.
Es fundamental que el ciudadano se sienta identificado para sentirse comprometido y de esa manera convertirse en un actor activo para la conservación, restauración y la revitalización del patrimonio (tanto material como inmaterial) .
Esto debe motivarse, además de la educación, desde políticas gubernamentales, que generen espacios de participación ciudadana y, porque no, que puedan valerse de planes de gestión mixtos que incluyan el aporte económico de sectores privados, ya que el conjunto de arquitectura y monumentos históricos concentrados en un espacio conforman un recurso turístico.

Vivir, revitalizar, habitar un espacio histórico es parte de retomar la identidad, desarrollar cierta sensibilidad y reconocer el dato de historia y simbología. Por lo que tanto el ciudadano local como el turista deben tener un paso consciente, para que no deba convertirse en un espacio-museo, porque es ahí donde empieza a ser un objeto ajeno integrado a un circuito urbano, deben estar siempre incluidos en la concepción de ciudad que se habita cotidianamente.

Cuando en las III Jornadas de Desarrollo y Patrimonio se planteaban los casos de espacios urbanos históricos se lo hacía desde una “nueva” concepción del desarrollo, que implica un accionar sustentable y sostenido.
Las ciudades son el marco de todos estos patrimonios, y deben ser el hilo conductor de la historia de los centros urbanos en la edad contemporánea. Hay que tomarse el tiempo de hacer el ejercicio de redescubrir, retomar y encontrar los valores particulares de cada una.
Y estamos en un momento en que debemos encausar el rumbo de la superpoblación de los micro-centros que contienen cascos históricos. La sostenibilidad se logra con recursos sustentables, con la peatonalización y brindando las herramientas necesarias de seguridad e instrucción. Hay que analizar cuál es el punto medio de urbanización moderna por sobre el casco histórico teniendo en cuenta aristas como la abundante comunicación visual en la vía pública, el cableado, la luminaria, los vendedores ambulantes, la organización vial, la señalética, los colores de pintura de la fachada, para que pueda coexistir la identidad histórica y sus nuevas manifestaciones. Es importante que exista el diálogo entre la tradición y las nuevas formas.

La cuestión que debe vincular a la Gestión Cultural con el sector turístico necesariamente tiene que partir de bases sustentables, con transito moderado, para mantener la integridad pero a la vez pudiendo ser usado, compartido, vivido.
Trabajando sobre ejes de rescate de memoria, planificación urbana (modificación en altura de edificación y protección), educación patrimonial (en escuelas, concientización) y acciones de sensibilización (para el habitante y para el turista), acciones de comunicación para fomentar el conocimiento y la valorización, y la generación de un turismo local acorde para el mismo pueblo. Apoyado  en la legislación patrimonial, con mecanismos de financiamiento estatal y/o privado; y ocupándose desde unidades profesionales interdisciplinarias de trabajo.

Retomar la Carta de Washington es fundamental para el desarrollo urbano y turístico de una comunidad. Debe ser considerada la herramienta principal para guiar los lineamientos de planificación de las políticas culturales y acciones que interpelen a los espacios urbanos, sentando las bases de proyectos sustentables y sostenibles en el tiempo, es decir que no dependa de los gobiernos que ejerzan, y si estando en revisión según los cambios eventuales lo requieran.



domingo, 28 de agosto de 2016

INDUSTRIAS CULTURALES ARGENTINAS


Análisis de las Industrias Culturales nacionales, qué abarcan y en qué situación se encuentran según los últimos datos que facilitó el SinCA, el MICA y distintos profesionales del ámbito.



Siendo muy clara en sus palabras la socióloga Stella Puente define a las Industrias Culturales como aquellas que intervienen en la producción de bienes y servicios culturales, es decir aquellas relativas a editoriales, música y audiovisual, implicando empresas, productores o emprendedores que intervienen en la producción de los mismos.
Las Industrias Creativas en realidad complementan y amplían el concepto de Industria Cultural sumando más actores, desde los 90, incorpora a aquellos sectores que desde la creatividad y el intelecto  aportan en el desarrollo de esta economía. Se suman entonces artes escénicas, conceptos de patrimonio, arquitectura, sectores que antes estaban por fuera del ecosistema tradicional de las Industrias Culturales concebidas como tales desde su origen.
La importancia de este sector se basa en dos características fundamentales,  primero la importancia en el impacto económico y lo social, la contribución en crecimiento en el PBI, el empleo, en lo productivo, pero por sobre todo importa el impacto simbólico que tienen, son industrias que intervienen en el imaginario social desde los productos y servicio culturales que ofrecen.
El campo de las Industrias Culturales está compuesto por grandes conglomerados, grupos transnacionales,  pequeñas empresas, pero cada vez hay más emprendedores y creativos, y esto se debe a lo digital. Aumentan los productores aunque el problema luego sea la distribución, la comercialización y como llegan a la audiencia. Por lo que es fundamental regular el campo para garantizar la sostenibilidad y la diversidad.
Es muy importante garantizar porcentajes de producción local en relación a la circulación de lo global, es decir, que los contenidos sean diversos en esa construcción de la cosmovisión de cada región. Tener políticas en el sector para garantizar lo diverso en el espacio y los accesos.
Las nuevas tecnologías marcan un nuevo paradigma, tanto para el productor como para el consumidor.  Cambia la manera en que se percibe el producto, la manera en que la audiencia se acerca y consume. Y por ende cambia  el negocio, ya que se ven afectadas las  formas de intercambio y claramente de formato.
Otro factor que presenta cambios que afectan a las Industrias Creativas es sin duda es la economía general del país,
En el Informe de coyuntura económica sobre la cultura argentina que realizó el SInCA – Sistema de Información Cultural de la Argentina- sobre el desempeño de las Industrias Creativas publicado en otoño del 2016, se perciben los siguientes datos:


SECTOR AUDIOVISUAL
El sector audiovisual  está integrado por el cine, la animación, la televisión y la publicidad.
Es el sector más fuerte de la industria cultural argentina, representando el 38,5 % del PBI cultural. Los avances tecnológicos lo han obligado a adaptarse constantemente a la hora de registrar, producir, consumir y distribuir su producto.
En nuestro país, el sector audiovisual creció un 164% entre el 2004 y el 2013, principalmente por las políticas de apoyo y fomento a la producción instrumentadas por el INCAA, y por la creación de la Ley de servicios de comunicación audiovisual, lo que posibilitó un incremento de producciones televisivas locales y la creación de nuevas pantallas.
El avance de internet, sumado a las multiplataformas, redes sociales, dispositivos de reproducción, comunicación y consumo, requiere cada vez más contenidos audiovisuales. Esto genera una gran oportunidad (demanda) para las industrias culturales que nuestro país posee y exporta.

El comercio exterior de servicios audiovisuales ascendió a 400 millones de dólares en el 2014, ubicando al país como el 4to exportador mundial. El crecimiento y la calidad de los proyectos son incesantes.
 CINE
El año 2015 marcó un hito en la industria del cine en la Argentina, ya que más de 50 millones de personas asistieron a las salas, por lo que la recaudación subió  superándose los 3.000 millones de pesos (un 53,5% más que en 2014)
La cantidad de films nacionales realizados durante 2015 creció un 5,8% con respecto al año anterior. Aunque la proporción de estrenos locales y extranjeros sigue siendo muy pareja desde los últimos años.
Y a pesar del aumento en la cantidad de films nacionales el porcentaje de recaudación y espectadores se contrajo respecto del total en comparación con 2014.
Así, en 2015 las películas nacionales obtuvieron una recaudación inferior a la de 2013.

TELEVISIÓN
Entre 2009 y 2013 se verificó un fuerte crecimiento en las exportaciones de servicios culturales, principalmente  del sector audiovisuales y, entre éstos, los vinculados a la TV.
En 2014, las exportaciones del sector se ubicaron levemente por debajo de los 300 millones de dólares, y aunque cayeron con respecto a 2013, fueron más del doble que hace diez años. 
En ese mismo año también las ventas de servicios audiovisuales al resto del mundo se contrajeron un 11,1%.

PUBLICIDAD
Según la CAAM (Cámara Argentina de Agencias de Medios), en 2015 la inversión publicitaria superó los 48.000 millones de pesos, lo que significa un crecimiento anual del 17,4% con respecto al año anterior.
El 48% de la inversión del sector se destinó a televisión; el 32%, a medios gráficos y el 20% restante, a otros medios. No obstante, datos de años anteriores permiten conjeturar que la participación del sector Internet en la pauta publicitaria supera el 15% del total.
Los recursos publicitarios asignados a televisión y otros se incrementaron un 43% y los destinados a medios gráficos, un 32% (sin contar internet)

SECTOR EDITORIAL
En Argentina el 85% de población lee habitualmente en diversos formatos: diarios, libros, revistas y pantallas.
 en estos últimos años se profundizó la concentración del sector en manos de un grupo de editoriales de origen trasnacional, cuyas veinte firmas concentran la mitad del mercado local. Además, más del 90% de esta producción se realiza en el área metropolitana de la Ciudad de Buenos Aires.

De este modo, el sector editorial está compuesto por los grandes grupos editoriales, por un gran número de pequeñas y medianas empresas editoriales con una larga tradición en el mercado a las que se suman nuevas editoriales surgidas en los últimos años.

En cuanto a la distribución, cuenta con una importante red de librerías distribuidas en todo el país, donde también observamos una tendencia a la concentración en dos grandes cadenas de librerías que dificultan el desarrollo de proyectos independientes.

Durante 2015 la cantidad de ejemplares de libros impresos  disminuyó un 35,9% con respecto al año anterior.
Se imprimieron 82 millones de unidades, (en 2014 habían sido 129 millones).
En 2015 la cantidad de títulos editados fue de 28.966, un 3,4% más que en 2014; pero disminuyó en un 38% el promedio de ejemplares por título, que pasó de 4.603 en 2014 a 2.855 en 2015.
El promedio de circulación de diarios pagos mantuvo una tendencia descendente, se contrajo un 3,3%. Si bien los cuatro principales (Clarín, La Nación, La Voz del Interior y La Gaceta) se mantienen en las mismas posiciones y todos ellos registran una baja en el promedio de circulación neta, la brecha entre el más vendido y el segundo, Clarín y La Nación respectivamente, se reduce un poco cada año.
Con respecto a 2014, la cantidad de diarios en circulación se incrementó de 35 a 36 en 2015.
Si bien venía registrándose una muy leve suba en la cantidad de revistas gratuitas en circulación, en 2015, ésta se contrajo con respecto al año anterior, pasando de 30 a 28. En tanto, las revistas pagas también redujeron su cantidad, de 80 en 2014 a 79 en 2015.
Con respecto a 2014, el promedio de circulación de revistas gratuitas se incrementó un 13,4%, mientras que la circulación promedio de revistas pagas se contrajo apenas un 0,1%.


SECTOR MÚSICA
La industria de la música si bien genera un producto intangible implica muchos actores en su producción, el artista es el eje y su desarrollo profesional está ligado a : sellos discográficos (editores y distribuidores), representantes (managers), productores (bookers), técnicos de sonido (vivo o estudio) y múltiples servicios abocados a la música (diseño, comunicación, audiovisual, etc).

Los avances en la tecnología  hicieron posible que los músicos tengan  nuevas  herramienta de circulación y promoción y puedan trabajar desde la autogestión. La aparición de las redes sociales, páginas web y estudios de grabación de acceso más directo, e incluso las plataformas de financiamiento colectivo y los medios de comunicación, entre otras variables, han servido de soporte para el desarrollo, producción, difusión, promoción y comercialización de trabajos musicales.
El desarrollo tecnológico ha quebrado los modelos de negocio establecidos y el monopolio de un mercado que no ha sabido leer e interpretar los cambios de los últimos veinte años en esta industria. Actualmente las obras llegan al público ya no solamente en formato físico, sino también digital, en modalidades pagas o gratuitas.
Como respuesta y frente al complejo escenario de una carrera extremadamente competitiva, muchos artistas han decidido mantener una esencia propia, sin ajustarla a parámetros comerciales estrictos solamente en busca del rédito económico. El éxito, podría decirse, está basado en una búsqueda, individual o colectiva, sobre aquello que se quiere transmitir y, no por ello, dejar de lado la calidad ni las posibles ganancias.

En este rubro, la información que facilita el SinCa se relaciona con la música en vivo, y es notable el crecimiento  que se percibe en los shows de músicos internacionales.
Ante la falta de datos del/desde el sector, el SInCA se guió por lo publicado en internet, respecto de las funciones promocionadas, a partir de lo que se supo que los shows internacionales  del 2015 se incrementó un tercio más que en 2013 (sobre todo por un tipo de cambio atractivo para las productoras).
Y por otro lado los shows de argentinos en el exterior tuvieron mayor éxito, por ejemplo la artista Violetta realizó 145 shows , que la posicionaron en el puesto N°15 de recaudación a nivel internacional (con 76,8 millones de dólares).


ARTES ESCENICAS
En la Argentina este sector muestra un fuerte desarrollo,  actualmente  cuenta con aproximadamente 1100 salas distribuidas en todo el territorio, aunque observamos una marcada concentración en el área metropolitana de Buenos Aires, Mar del Plata, costa atlántica y la provincia de Córdoba.
Las artes escénicas se componen por el teatro en todos sus géneros: la danza, el teatro danza, el teatro de títeres y objetos, la performance, la comedia musical, la ópera y sus géneros. Cada una de estas disciplinas muestra particularidades regionales y locales, conformando un mapa de enorme diversidad.
Este sector enfrentan al desafío de hacerse visibles no solo como un actor protagónico en la construcción simbólica de nuestra cultura, sino como un importante sector económico generador de trabajo directo e indirecto. El arte escénico es complejo, no tiene capacidad de almacenamiento, es necesariamente en vivo y su circulación es distinta a la de los productos musicales, editoriales o audiovisuales. Las obras pasan, son efímeras, las giras tienen un tiempo de duración. En cierto sentido es un arte mucho más ligado a la producción que a la reproducción y esto marca una diferencia respecto a otras industrias culturales, sobre todo en su consumo y divulgación.
En 2015, estos teatros recibieron 4.687.774 espectadores en 13.884 funciones, lo que arroja un promedio de 338 espectadores por función. Si bien la cantidad de espectadores disminuyó en alrededor de 100.000 frente al 2014, las funciones aumentaron en casi 1.000. Esto implica una consolidación en la cantidad de espectadores anuales, ya que desde el año 2010 se posicionaron siempre por sobre los cuatro millones y medio (el pico se produjo en 2011 con 5,1 millones).
La relación entre la concentración de espectadores y la disponibilidad de salas y oferta de espectáculos se verifica  por la gran cantidad de espectadores por función registrada en las localidades del interior del país, circunstancia que da cuenta de una demanda insatisfecha.
Además, los datos permiten apreciar una asociación positiva entre la cantidad de funciones y de espectadores; es decir que toda vez que aumentaron las funciones, lo hizo también la cantidad de asistentes.

(Este análisis está basado en los datos del Complejo Teatral de Buenos Aires (Teatros Colón, General San Martín, Presidente Alvear, Regio, Sarmiento y De la Ribera) y del Teatro Nacional Cervantes, y con los datos de AADET.)



PATRIMONIO Y MUSEOS
El patrimonio de una región es sin duda su identidad, su historia, el retrato más fiel de su trayectoria y permanencia. Mantener el patrimonio, tangible (Como los edificios) y el intangible (Como  las tradiciones y costumbres) es deber del Estado y de los ciudadanos.
Respecto a las Industrias Culturales, ellas son “causa y consecuencia” podría decirse de la propia cultura del lugar, porque se crean a partir de lo que se vive en la comunidad y a la vez siguen resignificando y construyendo significados y significantes. El patrimonio es un documento histórico, vivo, que debe ser habitado en la medida que pueda usarse y protegerse.
Es así como para su mantenimiento pueden formar parte de museos, o mismo forman parte de atractivos turísticos más grandes, conformando circuitos urbanos o naturales.
Durante el 2015 los museos dependientes del Ministerio de Cultura convocaron más de 1.500.000 visitantes. Según datos proporcionados por el Ministerio de Cultura, en 2015 se otorgaron 466 licencias de exportación de obras de arte para exposición, con lo que se llegó a un máximo de la serie. Cada licencia responde a una solicitud y puede otorgarse para exportar varias obras de arte; en este caso, las 466 licencias permitieron que alrededor de 4.000 obras de arte emigraran temporalmente para participar de muestras o exposiciones, lo que representó un aumento del 30% respecto al año anterior.
En cambio, la cantidad y los montos registrados por obras de arte vendidas al exterior experimentaron un descenso en 2015. De 350 licencias de venta expedidas en 2014, se pasó a 253 en 2015, lo que, en términos monetarios, equivale $15.830.322 y $10.301.739, respectivamente

Es notable, como vemos, que el impacto de las nuevas tecnologías modifica el acceso, la difusión, a producción y la percepción de los bienes y servicios culturales, pero que este cambio resulta positivo, ya que se percibe un crecimiento en todos los sectores de las industrias creativas.

En líneas generales:
  • el cine recuperó su poder de convocatoria y creció la cantidad de films nacionales realizados;
  • se imprimieron menos libros pero más títulos que en 2014;
  • bajó la circulación neta diaria de diarios pagos;
  • creció la circulación promedio de revistas gratuitas y disminuyó la de revistas pagas;
  • el total de shows internacionales representó un tercio más que en 2013;
  • casi la mitad de la inversión publicitaria se destinó a la televisión.


El dinamismo que tomó el sector  significa un 3% del PBI total del país. Un amplio aporte, que según las cuentas del MERCADO DE INDUSTRIAS CULTURALES ARGENTINAS (MICA)  implican $100.000 millones anuales en producción y 500.000 puestos de trabajo.
Actualidad muy favorable que ojalá siga desarrollándose en el tiempo, con el énfasis en los agentes locales, pero claro que el rol fundamental lo debe ocupar el Estado fomentando y trabajando para garantizar mayores y mejores oportunidades a los productores del sector cultural local, proponiendo y estableciendo políticas que fortalezcan el intercambio regional e internacional valorando por sobre todas las particularidades la diversidad de contenidos, que contribuya a desplegar y conformar una industria con mayor alcance para que el público sea el mayor posible.
Es necesario lograr tener un mercado nacional competente hacia el exterior, diverso y basto hacia el interior, dando chance a la multiplicidad de expresiones, identidades y estéticas culturales que presenta nuestro país. Siendo el ideal que en el consumo interno prevalezca la calidad y la cantidad de producción argentina contribuyendo a reforzar los valores sociales, de unidad y respeto, y  un imaginario social de legitimidad a la industria nacional.

 Como CONCLUSIÓN puede notarse el impacto positivo en todas y cada una de las áreas de las Industrias Culturales, que se proclaman en constante crecimiento. Habrá que ver como impactan las constantes crisis ciclicas que afronta cada (aproximadamente) 10 años el país. Y en que medida la elasticidad de los bienes y servicios culturales se adecua  a los altibajos económicos.






FUENTES:
  • ·         Informe de coyuntura económica sobre la cultura argentina SInCA – Sistema de Información Cultural de la Argentina / Año 8 Nro. 15 – Otoño 2016
http://www.sinca.gob.ar/sic/estadisticas/csc/index.php

  • ·         Página del MICA
https://mica.cultura.gob.ar/


  •     Entrevista a Stella Puente por Emprende Cultura
·         http://emprendecultura.net/2014/10/stella-puente-de-que-hablamos-cuando-hablamos-de-industrias-culturales/


  • ·         Nota de Télam en diálogo con Natalia Calcagno
http://www.telam.com.ar/notas/201506/108747-la-industria-cultural-alcanzo-una-produccion-record-de-70000-millones-de-pesos-equivalente-a-casi-3-del-pib.html

martes, 28 de junio de 2016

CULTURA EMERGENTE O EN EMERGENCIA?


Hace un par de días me enteré que en el Estadio Único de la ciudad de La Plata se va a realizar durante los tres primeros días de Julio el Festival Provincia Emergente, organizado por el gobierno de Buenos Aires.
La propuesta cuenta un cronograma ya decidido, con secciones de música, cine, stand up, danza, literatura, muestras, djs, área digital, parkour, longboard y charlas. Todo bajo el lema “el talento de una nueva generación”, que si bien no aparece en la página del evento si figura en las promociones de YouTube.

La cuestión viene cuando nos preguntamos ¿qué es lo EMERGENTE en este evento? Y la respuesta es: el evento mismo. Ya que apareció en las redes sociales una vez cerrado, con la grilla completa y el cronograma definido, con una sola semana de anticipación (muy democrático todo).
Por cierto, quiero destacar que me enteré del festival por el evento de Facebook que creó una de las bandas populares que participa, digamos que fue por casualidad.

Claro que no faltan las grandes bandas populares para animar al público como Onda Vaga, Dread Mar I, Estelares, Fidel Nadal, el Kuelgue, Perota Chingo… y otras que poco tienen de emergentes y ya están bien consolidadas.

El festival va a contar con 130 artistas por cada uno de los 3 días divididos en 13 disciplinas con 40 actividades diarias, y se legitima diciendo un menú enorme con los mejores y más nuevos sonidos de la ciudad, la provincia y el país, para que armes tu propio recorrido y vivas una experiencia única.

Mientras tanto en la ciudad que hace de anfitriona la cultura alternativa está atravesando un recorrido crítico, por un lado la aprobación de la ordenanza que va a regir a los centros culturales y su habilitación municipal, y por otro las clausuras a lugares importantes de la escena platense como es Pura Vida por falta de habilitación y predisposición del municipio lo que bastante contradictorio parece. A lo que se suma la desaparición del mural de Pablo Motta reemplazado por uno de Milo Locket, entre otros acontecimientos que padece la cultura platense.

En esta trama compleja un colectivo de artistas crea el Festival Cultura en Emergencia, desde una organización independiente. El primer sábado del mes en la emblemática Plazoleta de los Lápices (enfrente de Pura Vida), van a tocar bandas realmente representativas de la cultura emergente, y su manifiesto es bastante más fuerte que todo el ruido que puedan hacer la cantidad de actividades que propongan en el Estadio Único.
"El Estado no solo debe articular y habilitar canales propios, sino garantizar la producción desde espacios alternativos, autónomos e independientes. Esa es la opinión de los artistas que organizaron el festival alternativo; es decir, discrepan con una concepción utilitaria de la cultura y promueven el concepto de bien cultural." Estas palabras quedan explicitas en el evento de Facebook que convoca a partir de las 14hs  "para dar visibilidad y legitimidad a un modo de entender el arte como bien cultural y no como simple entretenimiento"
Como proponen estos músicos platenses, el eje no está en la cantidad de artistas que pueda meter el gobierno en tres días en el Estadio, importa  la cantidad de artistas y espacios que pueden laburar todos los días del año, y es el gobierno el que debe trabajar para mejorar sus condiciones, difusión y  formación. Es el gobierno el que debe planificar mucho más que un festival para visibilizar realmente lo que hace y produce la provincia. Y creo que se equivoca cuando cree que tiene que convocar a bandas de renombre como Estelares para convocar más gente, al contrario, tiene que legitimar el trabajo arduo de los artistas emergentes. Y que tampoco es necesario colapsar la agenda de tres días haciendo competir a los mismos participantes, "dando a elegir" al público que si va a una actividad se pierde de otras tres en simultaneo, como si la cantidad hiciera a la calidad del evento, como si más fuera mejor, como si las experiencias culturales solo fueran un cúmulo de bienes amontonables y cuantificables.
Si hay ganas, y sobre todo fondos, para trabajar en la cultura que se haga a conciencia y escuchando las demandas de cada sector, que no sea pan y circo, que sea lo justo y necesario. Que se saque a la cultura de este estado de emergencia en el que sufre y se esfuerza por aunque sea permanecer en lo cotidiano. Que se garantice el espacio y el derecho a cada artista emergente y que por sobretodo estén dadas las condiciones para que puedan siempre surgir nuevos actores de la cultura.




domingo, 5 de junio de 2016

¿Qué hacemos con la música?



En el auto, caminando, andando en bici, en el colectivo, cuando nos bañamos, cuando vamos a un bar, al teatro, cuando prendemos la tele, la radio, cuando estamos navegando en Internet… Parece que la música está permanentemente con nosotros, es quizá una de las ramas del arte más constante en nuestra cotidianidad… pero ¿Qué lugar le damos? ¿Qué nos produce? ¿Qué escuchamos? ¿Qué hacemos con la música?

Empecemos por preguntarnos ¿Qué entendemos por música? y lo primero que podemos hacer es googlear,  Wikipedia nos dice “La música (del griego: μουσική [τέχνη] - mousikē [téchnē], "el arte de las musas") es, según la definición tradicional del término, el arte de organizar sensible y lógicamente una combinación coherente de sonidos y silencios utilizando los principios fundamentales de la melodía, la armonía y el ritmo, mediante la intervención de complejos procesos psico-anímicos”. Y aunque la definición es bastante completa cada uno podrá entender lo “sensible” “lógico” y “coherente” en sus modos (determinados culturalmente).

¿Y los ruidos, también son música? Todos los sonidos cotidianos como el tránsito, los pasos, los electrodomésticos, mezclados con los ruidos de aves, perros, murmullos, sirenas…¿ acaso no es la música de la ciudad? Si se dan de forma lógica y hasta pueden tener ritmo y melodía.

En 1909, en Italia, nace la vanguardia Futurista, y una de sus innovaciones fue plantear el ruido como elemento fundamental de la composición. Luigi Russolo escribe el manifiesto ‘El arte de los ruidos’ (‘L’arte dei Rumori’, 1913), donde quedan expuestos los postulados de su concepción del hecho musical, en virtud de los cuales la música propiamente dicha pasaría a desecharse, por así decir, en beneficio de los “ruidos-sonidos” (zumbidos, rugidos, silbidos, susurros, chillidos, percusiones, ruidos metálicos, voces, gritos de hombres y animales, etc.) y que, sometidos a una reorganización intuitiva, pretendían configurar una estética sonora de su tiempo -anticipándose así a los experimentos de música concreta que treinta años después Pierre Schaeffer comenzaría a llevar a cabo-.
Los invito a escuchar la música futurista de Russolo, la pieza se llama Aviador Dro y está dentro de El Despertar de Una Ciudad:




Para seguir ampliando la concepción de música pero en el sentido contrario, ¿Por qué no pensar también en el silencio? Un elemento constitutivo de las composiciones.
John Milton Cage  fue un compositor, instrumentista, poeta, filósofo y pintor estadounidense. Por sobre todo eso fue un gran creativo. Compuso un obra para piano basada en el silencio. Es música, la partitura, lo objetivo, está escrito en un papel, pero lo innovador es su interpretación.
Acá está el video de esta obras titulada 4 ́33 ́ ́: 



 John Cage dijo muy ciertamente “Vivimos en un tiempo en el que creo que no hay una corriente principal, sino muchas corrientes, o incluso, si se quiere pensar en un río de tiempo, que hemos llegado a un delta, puede que incluso más allá de un delta, a un océano que se extiende hasta el cielo”.

Por lo que podemos afirmar que es tan increíble como inabarcable el universo de la música, y no nos permite juzgar con parámetros de bueno o malo simplemente diferente. Un universo en el que coexiste todo tipo de experimentación y la principal condición es la atemporalidad, ya que hoy podemos revivir la música de cualquier momento pasado. Vivimos en la capacidad de reunirnos con cualquier expresión artística por medio de una pantalla. Toda la música nos queda a un click.

Hoy internet es una máquina de tiempo que nos hace conocer y recuperar música de todas las épocas y de todas las partes del mundo sin siquiera movernos de nuestro escritorio. La música – y todas las industrias culturales- se transformaron a partir de la indisoluble vinculación con la red.
¿Pero qué hacemos con toda esa música a la que tenemos tan fácil acceso?
El pianista y director de orquesta Daniel Barenboim, dice que la música significa cosas diferentes para cada persona y a la vez significa cosas diferentes para la misma persona en distintos momentos. Acá les comparto un video de este artista, que con simples palabras  nos hace reflexionar del uso que le damos a la música:





Sin duda, nos deja una reflexión pero además un desafío, que implica darle otro lugar a la música, quizá el lugar que se merece. Desnaturalizar el simple hecho de poner play, prestarle atención y entregarnos a la música. No importa si es el fin es olvidar, por lo menos olvidemos disfrutando escuchar, para descubrir la magia que conlleva, la sensación de eternidad, el juego del tiempo. Uno puede sentir que el tiempo frena y viaja en recuerdos con una canción, y es la parte subjetiva, pero lo objetivo es la canción en si misma con su determinado tiempo de duración. La música combina estas dos características así como también acepta la coexistencia entre lo feliz y lo triste en simultáneo. La música lo es todo a la vez. “Es la expresión del alma que se evapora en el aire” ,  o que queda en la memoria del que escucha con atención y disfruta únicamente una canción, asi como también queda en la memoria de aquel que bailó y se divirtió con la música. Son válidas todas las formas, usos e intenciones.
Y si nos ponemos a pensar son varios los recuerdos que asociamos con alguna música determinada. Y ¿quién no escucha canciones que el hacen a acordar a personas o momentos?
Podemos usar la música de fondo cuando nos juntamos con amigos, o cuando vamos en el transporte, y la lista de reproducción que elijamos tendrá que ver con nuestro estado de ánimo, ¿Cuántas veces nos cambia el humor una canción?
Son demasiadas las cualidades que entran en casi cuatro minutos (promedio) que dura un tema, ni hablar en el concepto de un álbum entero.
Es bueno reflexionar de lo simple y lo complejo que es el arte, y también ser conscientes de que podemos viajar gratis subiéndonos a una canción.